La «fiebre del oro» entre los bancos centrales, lejos de ser una moda pasajera, se ha consolidado como una estrategia fundamental para diversificar las reservas y protegerse ante la creciente incertidumbre económica y geopolítica. Pero vamos a ver con más detalle por qué el interés hacia el oro, metal percibido como “dinero sin riesgo”, va en aumento en bancos nacionales de todo el mundo.
El oro como refugio seguro, también para los bancos centrales
El oro ha sido considerado desde tiempos inmemoriales como un símbolo de riqueza y poder. Sin embargo, su atractivo para los bancos centrales va más allá de lo meramente estético. Sus propiedades únicas lo convierten en un activo refugio por excelencia:
- Valor intrínseco: A diferencia de las monedas fiat (dinero de curso legal no respaldado por mercancía como el oro o la plata, pero sí por las instituciones emisoras), el oro tiene un valor inherente debido a su escasez y durabilidad.
- Divisibilidad y portabilidad: El oro es fácil de dividir y transportar, lo que lo hace muy líquido en caso de necesidad.
- Historial probado: A lo largo de la historia, el oro ha demostrado ser un excelente conservador de la riqueza, especialmente en épocas de alta inflación o inestabilidad política.
Aumento de la demanda por parte de los bancos centrales
Según datos del Consejo Mundial del Oro, la demanda del metal amarillo por parte de los bancos centrales ha aumentado significativamente en los últimos años. De hecho, solo en 2023, los bancos centrales compraron 1.037 toneladas de oro, el segundo volumen total anual más alto registrado en la historia.
Esta tendencia continuó in crescendo en el primer trimestre de 2024, con los bancos centrales añadiendo a sus reservas casi 290 toneladas, un 32% más que en el trimestre anterior.
Pues bien: hoy, las compras de oro por parte de los bancos centrales se han triplicado desde que estallara la guerra de Ucrania, lo que ha impulsado al alza el precio del metal precioso.
Factores que impulsan la demanda
Eventos como la guerra en Ucrania o el conflicto Palestino-israelí han exacerbado las tensiones globales, llevando a los bancos centrales a buscar activos seguros, pero también:
- Diversificación de reservas: Muchos bancos centrales buscan reducir su dependencia del dólar estadounidense, viendo en el oro una alternativa atractiva.
- Protección contra la inflación: En un entorno de alta inflación, el oro se percibe como una cobertura efectiva para preservar el valor de las reservas.
- Cambio en la percepción del metal: Desde la crisis financiera de 2008, los bancos centrales han reevaluado el papel del oro en la gestión de sus reservas.
Tendencias regionales
Es interesante notar que esta tendencia no se limita a una región específica. Bancos centrales de todo el mundo están aumentando sus reservas de oro:
- China: El banco central chino ha sido particularmente activo, comprando 225 toneladas solo en 2023.
- Turquía: Continúa acumulando oro, con compras que ascendieron a 30 toneladas en el primer trimestre de 2024.
- Otros países: Qatar, República Checa y Polonia también han reportado aumentos significativos en sus reservas de oro.
¿Cómo impacta en el precio de oro el interés de los bancos centrales en el metal amarillo?
Esta creciente demanda por parte de los bancos centrales ha tenido un impacto significativo en el precio del oro. El metal precioso ha alcanzado nuevos máximos históricos, superando los 2460 dólares por onza en mayo de 2024 y superando, entrando en la segunda quincena de agosto, los 2500 dólares por onza.
Perspectivas futuras
Aunque es difícil predecir con certeza el futuro del mercado del oro, muchos expertos anticipan que la demanda por parte de los bancos centrales se mantendrá fuerte en los próximos años. Por ejemplo, Carsten Menke, de Julius Baer, señala que «la compra de oro por parte de los bancos centrales permanece en un nivel muy alto» y que esta tendencia, junto con la fuerte demanda china, «respalda los precios del oro en niveles estructuralmente más altos».
En conclusión, la fiebre del oro entre los bancos centrales es un reflejo de la creciente incertidumbre en el escenario global. Y como sucede con los operadores e inversores privados, mientras las tensiones geopolíticas persistan y la inflación siga siendo una preocupación, es probable que la demanda por parte de estas entidades continúe siendo robusta, impulsando potencialmente el precio del metal a nuevos máximos históricos.
¿Tú también quieres invertir en el activo refugio por excelencia con todas las garantías de éxito? Visita nuestra página web.