Si bien los metales preciosos se caracterizan por su elevada resistencia a procesos químicos como la oxidación, en el caso de la plata hay un fenómeno de sobra conocido que se presenta con el paso del tiempo. Hablamos de su progresivo ennegrecimiento. ¿Alguna vez te has preguntado por qué la plata se pone negra? Vamos a adentrarnos en las causas que se encuentran en el origen de este proceso común y, por supuesto, a repasar la mejor forma de actuación para que nuestras joyas y piezas de plata recuperen todo su esplendor.
Las causas de ennegrecimiento de la plata
El caso es que la plata no reacciona al oxígeno contenido en el aire, pero sí es ligeramente vulnerable al azufre. ¿Dónde se encuentra este elemento para poder afectar a nuestros objetos de plata sin que los expongamos conscientemente? Por ejemplo, en algunos alimentos o en la leve concentración de sulfuro de hidrógeno –o ácido sulfhídrico– que podemos encontrar en el aire. El contacto de la plata con el azufre causa una reacción que se conoce como sulfuración, origina a largo plazo la aparición de una capa de corrosión que deslustra el metal y por esta razón la plata se pone negra.
Este mismo proceso se da en otros metales como el cobre y el aluminio, así como en populares aleaciones como el latón o el bronce. De hecho, en el caso del cobre, este fenómeno da lugar a la conocida pátina de tonalidad verdosa que es aprovechada por su efecto de protección sobre el metal que cubre.
Así, la buena noticia es que, a diferencia del óxido, la pátina no ataca a la superficie sobre la cual aparece, sino que incluso la protege. No obstante, está claro que en nuestros artículos de plata siempre deseamos ver este bello metal lucir su mejor aspecto.
¿Cómo limpiar una pieza de plata ennegrecida?
Además de los productos específicamente creados para el tratamiento de este metal, existen opciones reproducibles de forma casera que podemos aplicar fácilmente, sobre todo si queremos vender la plata.
Uno de estos procedimientos para limpiar plata se basa en el bicarbonato sódico. Añadiéndole agua caliente, se obtiene una pasta que deberemos frotar suavemente sobre los artículos a limpiar. Otra interesante opción es sumergir la plata ennegrecida en un recipiente forrado con papel de aluminio y lleno de agua caliente con sal, o con el propio bicarbonato. Esto genera una reacción en la que el azufre se desprende de la plata para adherirse al aluminio.
Ahora ya conoces un poco más de la naturaleza química de la plata, cómo esta se manifiesta en la vida cotidiana y algunos remedios caseros para limpiarla. Así, podrás cuidar a la perfección de esas atractivas monedas de plata que adquieres a través de Ciode.