Si estás interesado en la numismática, seguro que te interesa conocer cuáles son los metales de acuñación que más se utilizan a nivel global. Pues bien, los denominados metales de acuñar son tres: cobre, plata y oro. Todos ellos, a pesar de ser diferentes, tienen una serie de características comunes: son relativamente inertes y muy difíciles de corroer. Además, todos ellos existen como elemento en la corteza terrestre y no se disuelven en ácidos no oxidantes.
La historia y características de los metales de acuñación
A continuación hemos señalado cuáles son los tres metales de acuñación, prestando atención a sus características.
- Cobre: el cobre es un metal con un color rojizo muy característico, con un ligero brillo metálico. Junto con la plata y el oro forma parte de lo que se conoce como familia del cobre. Fue uno de los primeros metales que utilizó el ser humano, en la prehistoria.
- Plata: la plata es un metal de transición de color blanco y muy brillante. Es relativamente blando y maleable. Se puede encontrar en la naturaleza, tanto formando parte de diferentes minerales como el sulfuro, o como plata libre.
- Oro: y, por último, el oro. Un metal precioso que se caracteriza por su color amarillo. Es algo difícil de encontrar en la naturaleza ya que su presencia se limita al interior de las montañas.
Estos metales han sido ampliamente utilizados por diferentes civilizaciones a lo largo de la historia para acuñar monedas. Las primeras monedas de la antigua Grecia se fabrican con cobre y oro. La razón era que se podía encontrar estos metales en su forma natural y, además, presentaban muy buena resistencia a la corrosión. A día de hoy el cobre y sus distintas aleaciones se siguen utilizando para acuñar monedas. En cuanto a las monedas de euro, tienen el metal rojo como base.
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