Las Monedas de Oro de Estados Unidos que pasaron a la historia

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Si bien en la historia numismática de cualquier nación podemos encontrar diversas piezas dignas de mención, el caso de Estados Unidos es sin duda especial. No en vano la mayoría de las monedas que más valor han alcanzado en subasta pública corresponden al país norteamericano: hasta ocho de las diez más valiosas según los registros disponibles. El famoso espíritu patriótico de EEUU puede tener algo que ver, pero también su distintivo carácter de nación de cuño moderno, con una historia minuciosamente documentada que ha dado lugar a monedas rodeadas de mística y celebridad: más aún si se junta la mitología estadounidense con la propia del oro.

En realidad, la historia de las monedas de oro de Estados Unidos puede dividirse en dos periodos muy diferentes: hasta 1933 existían como moneda de curso legal, principalmente con un valor de diez dólares. Eran las conocidas como ‘eagles’ o ‘águilas’. A su vez existieron en diferentes periodos monedas de oro de ‘cuarto de águila’, ‘media águila’ y ‘doble águila’, de acuerdo con su valor.

En el año 33, en medio de la Gran Depresión, Franklin D. Roosevelt decreta la prohibición de acumular oro en manos privadas y con ello ordena el cese de acuñación de las monedas de curso legal fabricadas en oro en Estados Unidos; al año siguiente, se añadiría la retirada de las monedas de oro que siguieran en circulación. A partir de ese momento, este metal precioso solo volvería a emplearse para la producción de piezas conmemorativas.

De esta decisión abrupta derivó una de las monedas más codiciadas por los coleccionistas a lo largo de la historia: la doble águila de 1933, llamada así no porque muestre dos águilas en su diseño –solo hay una–, sino porque tenía el valor facial de veinte dólares. El gobierno estadounidense ordenó la fundición de la serie completa de 445.500 dobles águilas que estaban listas para ser puestas en circulación, pero alguien –probablemente perteneciente a la ceca–, sabedor del valor que podrían adquirir, sustrajo un pequeño número de ellas, que terminaron secretamente en manos de distintos coleccionistas. Los servicios secretos estadounidenses se han afanado en recuperarlas a lo largo de las décadas, pero no se sabe si aún quedan más ocultas.

No obstante, un dato curioso es que otras dos de las monedas de oro que se pueden encontrar en el ranking proceden de Estados Unidos, pero no fueron acuñadas por sus instituciones oficiales: se trata de los doblones de Brasher, piezas producidas en lo más temprano de la independencia estadounidense por el orfebre neoyorquino Ephraim Brasher y consideradas como las primeras monedas de oro del país.

Las monedas de oro de estados unidos