Te contamos cómo invertir en oro físico

como invertir en oro fisico

El oro, como valor más antiguo del mundo, es sin duda un activo muy codiciado por banqueros privados y ahorradores como elemento de diversificación del patrimonio. La cuestión que nos interesa en este nuevo post es saber cómo invertir en oro físico, distinguiéndolo del financiero.

El oro siempre ha sido un activo de gran relevancia económico-social en las principales economías del mundo. La Conferencia de Bretton Woods de 1944 supuso el abandono definitivo del patrón oro y el metal precioso pasó a un segundo plano en las preferencias de los inversores. El interés empezó a focalizarse en otro tipo de activos, como por ejemplo los mercados de bonos y las bolsas. Sin embargo, ante la situación económica de los últimos años, marcada por las rentabilidades bajas, el oro ha vuelto a situarse como atractiva alternativa de inversión y como elemento de diversificación de patrimonios.

Cómo invertir en oro físico: tres razones para hacerlo

1. Inversión defensiva que mantiene el poder adquisitivo

El oro es una inversión claramente defensiva y segura y tradicionalmente se ha empleado para mantener el poder adquisitivo. Muchas personas prefieren invertir en oro físico que otras opciones como por ejemplo mantener el dinero en una cuenta corriente ya que, en la mayoría de los casos, lleva aparejado una pérdida de poder adquisitivo.

2. Activo refugio

El oro ha sido siempre un activo refugio por actuar como contrapeso en las carteras de los inversores ante las crisis económicas. De hecho, los bancos centrales tienen siempre parte de su balance invertido en oro físico. No en vano, estamos hablando de un activo que permite reducir la volatilidad y, en momentos difíciles, ayuda a contrarrestar las pérdidas que sufran nuestras inversiones en activos con mayor perfil de riesgo, como la inversión en fondos de inversión de renta variable o renta fija.

3. El oro es un bien escaso

Debido a sus características como conductor y a su inalterabilidad, el oro se usa cada vez más en industrias como las tecnológicas o las del ámbito de la automoción. Eso, sumado a su uso tradicional en joyería o como inversión, hace que cada vez este preciado metal sea más escaso.

Aunque algunos puedan pensar que el oro no se agotará nunca, lo cierto es que en los yacimientos actuales cada vez es más complejo y costoso obtener este metal precioso. Por eso muchos fabricantes de teléfonos móviles reciclan parte de sus componentes compuestos de oro.

Diferencias entre oro físico y oro financiero

A la hora de invertir en oro hay que tener claro que no todo el oro tiene las mismas características ni ofrece la misma liquidez.

En CIODE te recordamos que el principal motivo para diferenciar el oro físico del financiero radica en el hecho de que una gran parte de las transacciones que tienen como activo final el oro, se hacen en mercados no organizados (OTC). Es decir, se trata de acuerdos entre dos partes privadas y sin mediación de una cámara de compensación, al contrario de lo que pasa en otros mercados organizados como los bursátiles.

Las cámaras de compensación exigen unos requisitos previos para llevar a cabo las transacciones.

Otra forma de diferenciar el oro físico del financiero es remitirnos a la distribución porcentual anual de la producción de oro por industria. Según el World Gold Council, en la actualidad el 54% de la producción anual se destina a joyería, un 30% a inversiones financieras, un 10% a la industria tecnológica y automoción y el 6% son reservas constituidas por bancos centrales.

Teniendo en cuenta que tan solo un 30% de la producción anual se dedica a inversión, es comprensible que, en momentos de crisis, parte de esas inversiones financieras en oro no estén respaldadas por el activo real.

Cuando se trata de invertir en oro físico, nos referimos a oro monetario o de máxima calidad, certificado por la London Bullion Market Association (LBMA). Esto asegura que tanto el sello como el peso grabado en la barra de oro son inobjetables y fidedignos además de aceptados en cualquier parte del mundo por usuarios, bancos centrales, industrias y agentes de mercados financieros. Dicho de otro modo, este certificado es lo único que garantiza que el oro puede venderse al precio máximo de cotización de forma inmediata. Lo que se hace es dar la orden de venta al intermediario, si el oro está depositado en cajas acorazadas, o ir a la sucursal bancaria para obtener su contravalor en euros o dólares.

Si después de esto aún te quedan dudas, te recomendamos que visites nuestro post con la guía definitiva para invertir en plata y oro.