Si estás pendiente de las noticias económicas, seguro que recientemente has oído hablar de la devaluación del yuan. De hecho, el Banco Popular de China (PBOC) acaba de rebajar la banda en la que fluctúa la moneda del gigante asiático contra el dólar. Una de las consecuencias puede ser la fuga de capitales en China, con las inevitables consecuencias en los mercados globales.
Al igual que en 2015 y 2016, a las bruscas depreciaciones del yuan, a la par del fortalecimiento del dólar, les han seguido importantes salidas de capitales en China, grandes caídas de las bolsas y una desaceleración de la economía mundial. No hay que olvidar que China contribuye más al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) global que la suma de todas las economías de la OCDE juntas. Algunos analistas alertan de que EEUU podría interpretar la devaluación del yuan como un movimiento de China de ataque y manipulación de su moneda desencadenando una guerra de divisas total.
A día de hoy, hacen falta 7 yuanes para comprar un dólar, algo que no pasaba desde abril de 2008. Esta caída de la divisa china se produce después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, haya anunciado nuevos aranceles a productos de China.
En CIODE te recordamos que China cuenta con unas grandes reservas de divisas (3,2 billones de dólares), pero el Banco Popular de China el PBOC parece que está adoptando medidas de precaución para defender el tipo de cambio del renminbi, el otro nombre que se le da al yuan. Parece que puede ser una respuesta a los citados nuevos aranceles de Trump. Sin embargo, algunos analistas sostienen que no es sino un movimiento natural ante la presión bajista que sufre el yuan desde 2015.
Guerra de divisas
Una fuerte salida de capitales en China podría tener efectos devastadores sobre la economía del país a través del consumo y la inversión. La desaceleración que sufre Pekín podría intensificarse y arrastrar a la economía global. Sin embargo, las voces más optimistas barajan la posibilidad de que China triunfe en su intento de devaluación del yuan controlada y que se vuelva la normalidad como pasó en 2015 y 2016.
Por otro lado, si el Gobierno de EEUU tomase medidas para debilitar el dólar, acarrearía serias consecuencias para las economías de Japón y Europa. La devaluación del yuan puede desencadenar una serie de movimientos negativos para los mercados y la economía global. Por ejemplo, mayor volatilidad en los mercados, una guerra de divisas o una mayor desaceleración de la economía china. Factores que podrían terminar con el ciclo de crecimiento de la economía global.
En resumen, las consecuencias de la devaluación del yuan de principios de agosto de 2019 afectan a la economía mundial. China devaluaba su divisa a un mínimo en los últimos 11 años días después de que EEUU anunciara la imposición de otro 10% en aranceles a los productos procedentes del gigante asiático por un valor de 300.000 millones de dólares a partir del próximo mes de septiembre. Con la tensión comercial por las nubes, las bolsas registraban su mayor caída del año y el dólar se disparaba frente a las monedas de los países emergentes.