El sólido bizantino, moneda milenaria

Para entender las características de las monedas y el sistema monetario que utilizamos en nuestros días, es imprescindible conocer lo que vino antes. La evolución de las monedas está intrínsecamente ligada a los grandes cambios de la Historia. Así, si nuestra sociedad debe buena parte de sus cimientos a la influencia del Imperio Romano, también se hace notar el legado de sus monedas. Si bien el esplendor de la antigua civilización romana lo identificamos con divisas como el áureo, el sestercio o el denario, hubo otra moneda introducida posteriormente que terminaría siendo mucho más longeva: el sólido bizantino, asociado al conocido como Imperio Romano de Oriente, que perduraría más allá de la caída del occidental y durante toda la Edad Media.

El sólido bizantino, también conocido como nomisma o bezant, fue creado a principios del siglo III por el emperador Constantino I el Grande, el mismo que bautizó con su propio nombre a la Constantinopla que convirtió en capital del Imperio y que hoy llamamos Estambul. Se trataba de una moneda de oro que vino a sustituir al áureo romano como divisa de referencia. Tenía un diámetro de 22 milímetros y un peso de 4,5 gramos. Su vigencia se mantuvo en Occidente más allá de la caída del Imperio, hasta la época de Carlomagno; mientras, en el Imperio Bizantino perviviría hasta el siglo XI, cuando llegó su decadencia al degradar su pureza los emperadores del momento. Para entonces, ya había surgido el dinar árabe, que en su origen no era sino una copia del sólido.

Para entender el vasto legado histórico de esta moneda, la etimología es una buena herramienta. Por ejemplo, palabras tan esenciales en el ámbito económico como ‘sueldo’ o ‘saldo’ proceden directamente del solidus. En otras lenguas romances encontramos también casos interesantes, como el italiano soldi, palabra que se usa de forma común para referirse al dinero, debido a la moneda medieval conocida como soldo que evolucionó a partir del sólido bizantino. Y como curiosidad, la barra tipográfica (/) se conoce como ‘solidus’ en el sistema universal Unicode, porque en su día este signo era utilizado como representación del shilling británico, que también debía su nombre a la moneda bizantina.

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