Como ya hemos dicho en multitud de ocasiones, el oro ha tenido un papel fundamental en todo el mundo desde la Antigüedad. Actualmente, se ha convertido en un activo cotizable y es considerado como valor refugio, ya que mantiene su valor y crece en los momentos más convulsos. A la hora de comprar lingotes de oro o monedas, el precio es determinante, y puede subir o bajar en función de algunos factores clave que es importante conocer a la hora de invertir en el metal precioso. ¿Cuáles son? A continuación, hacemos un breve repaso por los más destacados.
Tasa de interés, inflación y precio del oro
Como decíamos, hay algunos aspectos que afectan al precio del oro. Uno de ellos es la tasa de interés nacional. Al contrario de lo que ocurre con otras inversiones, el oro no paga interés. Cuando aumenta, el oro tiende a bajar, puesto que los inversores se mueven hacia otros activos cuyo rendimiento está directamente relacionado con la tasa de interés. Sin embargo, cuando hay una baja tasa de interés, que normalmente coincide con un periodo de incertidumbre económica, el oro tiende a subir. Su uso como valor refugio tiene mucho que ver aquí.
Es necesario tener presente que la inflación y los tipos de interés están relacionados. Cuando se da un crecimiento sostenido en los precios a nivel general, los tipos de interés son más altos. El oro suele funcionar mejor en situaciones de alta inflación, o de deflación, es decir, cuando se da un crecimiento agudo de tensión financiera.
Eventos geopolíticos y economía
Los eventos geopolíticos también tienen un papel relevante en este sentido. Cuando existe una tensión internacional, el precio del metal precioso amarillo tiende normalmente a subir. En este caso, los inversores buscan comprar el oro para tener una mayor seguridad ante un momento en el que predomina la confusión.
No nos olvidemos que la política y la economía van de la mano. Si tenemos en cuenta que el oro es un activo refugio, una economía en recesión es el ambiente ideal para que el precio del oro suba, mientras que una economía en expansión y con buena salud, ofrece más activos que pueden ser mucho más interesantes que el oro. Debemos pensar que los mayores movimientos del oro se producen cuando hay un mayor riesgo financiero. Si la economía mundial crece a buen ritmo y no se avecina ninguna crisis, es probable que el precio del oro tienda a bajar.
Oferta y demanda de oro
Por otro lado, no podemos olvidarnos de la oferta y la demanda. Al igual que ocurre con cualquier otra materia prima, la producción de oro varía a lo largo del tiempo, así como el nivel de la demanda. Debemos saber que existen cuatro grandes áreas de demanda de oro: joyería, tecnología, inversión y bancos centrales.
¿Y qué ocurre con la producción industrial? Es otro factor más que impulsa levemente el precio del oro. El aumento de la producción conlleva un aumento de la demanda de oro, y viceversa.
El oro y el dólar americano
El oro se valora de forma estándar midiendo su precio en función del número de dólares que son necesarios para obtener una onza de oro. La relación que existe entre el oro y el dólar es inversa. ¿Qué quiere decir esto? Que cuando el dólar sube, el oro baja, puesto que con un dólar se compra más oro que antes.
También baja el oro cuando el rendimiento de los bonos sube, sobre todo los bonos del tesoro de Estados Unidos, que son los que se consideran como el punto de referencia para medir ese rendimiento.
El papel de los bancos centrales
¿Sabías que los bancos centrales nacionales guardan grandes reservas de oro? Su cantidad fluctúa con el paso del tiempo, y representan la última garantía de la moneda. Las compras y ventas de oro que llevan a cabo los bancos centrales influyen en el precio del oro.
Con toda esta información en mente, en Ciode creemos que es fundamental, antes de invertir en oro físico, prestar atención a todos estos aspectos, y hacerse cuestiones fundamentales. Pensar, por ejemplo, en cuál es la cotización del dólar y su tendencia, si está subiendo o bajando, o cómo se ve actualmente la economía mundial.